El ojo es un órgano complejo y sofisticado formado por un gran número de estructuras, que llevan a cabo una función específica que sólo puede ser desempeñada adecuadamente cuando están sanas.
Dada la diversidad de estas estructuras, las patologías que les afectan son muy variadas y requieren un alto conocimiento y tecnología diagnóstica para poder identificarlas precozmente.
Para poder realizar con éxito y garantizar los mejores resultados visuales tras una operación de cirugía refractiva, es vital conocer el estado exacto y el tratamiento óptimo de cualquier afección del ojo del paciente.
Las patologías más comunes son las cataratas, el ojo seco, las asociadas a la diabetes, la degeneración macular asociada a la edad (o DMAE) y el glaucoma.